El CBD ha resultado tener un papel muy importante en la salud desde hace ya varios años, desde el momento en que se descubrió que este compuesto podía aliviar ciertas dolencias, comenzaron los estudios, los cuales han obtenido resultados muy sorprendentes que ponen al cannabidiol en un puesto muy alto como posible opción para el tratamiento de ciertas enfermedades.
Pero ¿será en el CBD una excelente opción para ayudar a curar una enfermedad tan grave como la hepatitis C? o por el contrario ¿el compuesto no psicoactivo del cannabis perderá esta batalla? En este artículo discutiremos todas esas interrogantes, evaluaremos los estudios realizados y concluiremos con una satisfactoria respuesta a tantas preguntas.
Virus de la hepatitis C
Una cantidad de entre 130 y 150 millones de personas a nivel mundial son las que se estima que tienen hepatitis C infecciosa crónica, este virus llamado también VHC (virus de la hepatitis C) es uno de los virus pertenecientes a una familia que tiene nombres diferentes entre sí, un tipo de virus para cada uno y con características diferentes, pero todos con la misma visión, dañar el hígado.
A su vez, está caracterizada por tener una sintomatología, como dolor intenso, fatiga, insuficiencia hepática, depresión, ictericia, fiebre, perdida del apetito, nauseas, vómitos, orina oscura, entre otros, así como también puede presentarse síntomas extrahepáticos como lo pueden ser, dolor de las articulaciones, trastornos de la sensibilidad, dolor muscular y picazón en la piel.
Esta serie de síntomas ocurren en una etapa aguda de la enfermedad a la cual se estima que solo entre el 20 y el 30% de los afectados los desarrolla, sin embargo lo más común es que los pacientes desarrollen síntomas cuando ya la enfermedad este en una etapa crónica, lo que ocurre mucho tiempo después de la infección, es decir, tendríamos un paciente infectado con el virus de la hepatitis, asintomático, que después de un tiempo largo comienza a presentar afecciones más graves como la pérdida de peso fatiga crónica, ascitis, encefalopatía hepática, entre muchos otros.
Esto ha llevado a que el tratamiento para la hepatitis C sea bastante especifico y amplio, desde antivirales para tratar la infección, hasta medicamentos para contrarrestar la sintomatología, así como también exámenes de sangre para la realización de una serología que identifique el virus.
CBD y VHC, los estudios respaldan
Son numerosos los estudios que se han realizado para la investigación de la interacción entre el CBD y la hepatitis C, con el objetivo de descubrir su efectividad como tratamiento para el VHC.
Un victorioso estudio realizado en 2017 por el Dr. Henry Lowe y demás científicos, demostró que el CBD es una potencial esperanza para las personas que contengan el virus, el cual consistió en examinar una muestra in vitro que contenía 10 micrómetros de CBD y 3 micrómetros de VHC, donde se obtuvo como resultado una detención de la expansión del virus por parte del CBD en un 86,4%.
“Este nuevo descubrimiento, que tiene un potencial fantástico para el futuro, es especialmente crucial para las personas en los países en desarrollo, porque hay un medicamento desarrollado para el tratamiento de la hepatitis C, pero cuesta más de $ 85,000 por tratamiento y muy pocas personas en el mundo en desarrollo pueden pagar esto” palabras del Dr. Lowe en una entrevista hecha por el Jamaica Observer, añadiendo, “Por lo tanto, es muy importante que encontremos medios de tratamiento menos costosos, y es por eso que este descubrimiento y su potencial para controlar esta enfermedad es tan importante”.
Otro estudio con resultados un poco menos satisfactorios fue el publicado en el European Journal of Gastroenterology & Hepatology en 2006, el cual consistió en un estudió observacional prospectivo donde se reunieron 71 pacientes con tratamientos estándar de la hepatitis con interferón y ribavirina, de los cuales 22 usaron cannabis y 49 no.
El resultado obtuvo mejorías en una cierta cantidad de pacientes, otros simplemente abandonaron el tratamiento, mientras que una minoría no vio resultados tan favorables. Esto hizo que los investigadores concluyeran que el consumo de cannabis moderado puede ofrecer resultados sintomatológicos y virológicos positivos en algunos pacientes con tratamiento farmacéutico para el VHC.
En 2004, la Universidad de Sydney realizó un estudio donde plantearon la relación entre la acción del CBD, los receptores endocannabinoides CB1 y el metabolismo de los lípidos, teniendo que, en el estudio se demostró la estrecha conexión entre el metabolismo de los lípidos y la replicación del virus de la hepatitis C, donde un antagonista bloqueó el CB1 inhibiendo la replicación del virus, así como la proteína viral y la inefectividad del virus.
Si nos basamos en la efectividad que tiene los compuestos de cannabis como el cannabidiol sobre receptores endocannabinoides podríamos decir que este podría ser un excelente tratamiento para erradicar la enfermedad.
El CBD como antiviral para el virus de la hepatitis C
Gracias a investigaciones recientes se ha descubierto una gran ventaja del CBD sobre la hepatitis C, ya que al parecer su composición le permite neutralizar la replicación del virus in vitro funcionando como antiviral, esto es una gran noticia para aquellas personas que sufren de hepatitis C ya que este alcance del CBD podría permitirles una erradicación y por ende cura de la enfermedad.
El CBD puede tener efecto antiviral tanto en hepatitis C como en hepatitis autoinmune, Se ha demostrado mediante estudios, que el CBD actúa sobre receptores CB2 induciendo de manera consiguiente una apoptosis en timocitos y espinositos, inhibiendo la proliferación de células T y macrófagos responsables de dañar células hepáticas o inducir la liberación de citosinas proinflamatorias causantes de la hepatitis autoinmune.
Esta activación del receptor CB2 permite la erradicación de la inflamación y modula la respuesta inmune a la infección viral; por otro lado, el CBD tiene un beneficio importante sobre la fibrosis hepática, la cual puede ocurrir por consecuencia de la hepatitis C mal tratada o crónica, activando las células estrelladas hepática o HSC induciéndoles apoptosis por interacción en el retículo endoplasmático, según los estudios realizados.
Se planteó que el CBD con sus características antivirales sobre el virus de la hepatitis C in vitro, podría llegar a actuar de la misma manera in vitro en función con los receptores CB2, desarrollándose efectivamente como un tratamiento antiviral para la enfermedad.
Como puede ayudar el CBD en el tratamiento de la hepatitis C
En pocas palabras el Cannabidiol o CBD está siendo desarrollado en el tratamiento de la hepatitis C obteniendo una serie de resultados beneficiosos que podrían cambiar la vida del paciente, estos beneficios se observan tanto desde el punto de vista de su acción antiviral, como su capacidad comúnmente escuchada de tratar los síntomas de las enfermedades.
La inflamación hepática es uno de los efectos secundarios de la hepatitis C en la que el CBD tiene un papel notoriamente satisfactorio, permitiendo reducción de la cicatrización hepática, la cual podría causar graves consecuencias como la cirrosis hepática o el cáncer, todo esto gracias a su efecto antiinflamatorio sobre el organismo.
El síntoma de agotamiento también es otro de los efectos secundarios en los que el CBD podría ayudarnos, ya que, debido a los síntomas de la enfermedad es normal que este tipo de pacientes padezcan de sueños interrumpidos a mitad de la noche, lo cual no permite que logre la conciliación del sueño mostrando como resultado un trastorno del sueño y un paciente notablemente afectado.
El CBD gracias a su efecto de sedación permite al paciente controlar sus horas de sueño permitiéndole una correcta conciliación del mismo, esto a su vez ayudará al paciente a sanar más rápidamente; lo que también permite un rendimiento mayor durante el día y una posible erradicación del agotamiento.
Gracias a los efectos del CBD sobre el sistema nervioso, este permite a los pacientes con hepatitis C que sufren de efectos secundarios como cambios de humor, a regular el estado de ánimo, permitiéndoles evitar ser tan conflictivos en ocasiones que no se amerite, ya que estos cambios suelen ser drásticos, casi como si sufrieran de bipolaridad.
La pérdida de apetito en pacientes infectados con el virus de la hepatitis C es común, sobre todo en etapas crónicas, esto se puede deber a las náuseas producidas por la misma enfermedad o por efectos secundarios de diversos medicamentos, el CBD al interactuar con los receptores de serotonina podría ayudar a mejorar las náuseas y la sintomatología estomacal en general, por ende, esto llevaría a una mejor apetencia.
El efecto analgésico del CBD ayuda también los dolores producidos por la enfermedad, hablamos de los dolores articulares, musculares y abdominales, presentes en etapas agudas de la enfermedad, permitiendo al paciente llevar una mejor sintomatología y erradicando un síntoma mas de la enfermedad, promoviendo a la sanación pronta del organismo.
El prurito o picazón en la piel que causa el virus de la hepatitis C, puede ser tratado también con CBD, gracias a las diversas formas en las que se presenta el CBD como por ejemplo cremas o balsamos que son los que vienen al caso, la picazón puede ser eliminada por la acción del cannabidiol directamente en la superficie.
Por otro lado, y sin dejar ningún síntoma por fuera, el virus de la hepatitis mediante diversas consecuencias podría causar que el paciente presente algunos daños cognitivos, como la concentración o la capacidad de recordar ciertas cosas, esto se debe a un cambio que se realiza en la actividad normal del glutamato que puede ocasionar la afectación y, por ende, muerte de células cerebrales.
El cannabidiol gracias a su efecto neuroprotector, podría erradicar esta posibilidad de daño en las células, protegiéndolas de cualquier afección del organismo, esto permitirá al paciente mantener una salud mental mucho más satisfactoria.
Por último, pero no menos importante, tenemos a la depresión y la ansiedad posiblemente presentes en enfermedades graves como es el caso de la hepatitis C, esto se debe mayormente a que el paciente se ve en una situación bastante comprometedora lo que puede ocasionar sensaciones de ansiedad o depresión, esto a su vez podría ser un efecto secundario de algunos medicamentos.
Sin embargo, el CBD también puede ayudar en estos casos, ya que se sabe que el cannabidiol ayuda a pacientes a lidiar con estos problemas del sistema nervioso otorgándoles una estabilidad mental mucho más satisfactoria.
¿Existe una dosis prescrita del CBD para el tratamiento del VHC?
A pesar de que hoy en día hay muchas especulaciones sobre el buen uso del cannabidiol, nosotros recomendamos el asesoramiento con un profesional de la salud para su correcta implementación, ya que él podrá estudiar tu caso clínico, evaluar la etapa de tu enfermedad y en base a esos datos recomendarte un tratamiento médico más una complementación con componentes del cannabis de ser necesario y de esta manera evitar una mala dosificación, así como regular los efectos del CBD en tu organismo y efectos secundarios.
Es importante la lectura del manual para usuarios de CBD llamado «A Patient’s Guide to Medicinal Cannabis» de Leonard Leinow y Juliana Birnbaum, el cual te recomienda ciertas dosificaciones y un método de dosificación estándar llamado escalonamiento, el cual consiste en la administración progresiva del CBD desde una microdosis hasta conseguir la adecuada.
En nuestra guía CBD hemos incluido un artículo sobre una buena dosificación y uso de CBD basado en este manual que podeis consultar de forma totalmente gratuita.
El lado negativo de la interacción
A pesar de que algunos estudios han mostrado resultados bastante positivos, existen algunos otros que contra atacan la investigación con sus propios estudios, estos serán expuestos a continuación.
En 2008 se realizo un estudio el cual demostró que el consumo de cannabis forma parte de los factores de riesgo de la esteatosis o acumulo de grasa en el hígado en pacientes infectados con el virus en etapa crónica, esto se debe a la interacción con receptores CB1 que se encontraron en órganos que controlan el equilibrio energético como el hígado y no solo en el sistema nervioso central y periférico, ya que la esteatosis es originada por una activación de estos receptores en el hígado.
Además, se habla de un aumento de la complicación de la enfermedad debido a una interacción que existe entre algunas proteínas indefinidas y estas grasas, producido por la replicación viral.
Sin embargo, otro estudio resalta que investigadores de la Universidad de Ottawa demostraron en 2014 que el consumo de cannabis no promovía la esteatosis, la inflamación o la fibrosis en la infección por el virus de la hepatitis C, no se conoce por que los resultados difieren, pero se cree que la cantidad del consumo de alcohol y el índice de masa corporal (IMC) pudieron afectar.
¿Puede entonces ayudar el CBD en el tratamiento del VHC?
Gracias a la información presentada podemos concluir que hay casos en que el CBD necesita de mas estudios para una confirmación en el tratamiento de algunas enfermedades, aprovechando sus incontables benéficos, sin embargo, hay ciertas propiedades del cannabidiol que pueden ayudar a los síntomas de enfermedades como la hepatitis C.
Actualmente tenemos un 80 – 20 en la balanza de la disputa entre los efectos buenos o malos del CDB como tratamiento del virus de la hepatitis C, por lo que, bajo una supervisión médica, podríamos aprovechar ventajas de este compuesto del cannabis sobre los síntomas de la enfermedad, ayudando a mejorar la calidad de vida.
La enfermedad de la hepatitis en algunas ocasiones es silenciosa, y solo es notada cuando se encuentra en una etapa de difícil tratamiento, por lo que la implementación del cannabidiol en la cura de la enfermedad junto a otros métodos médicos podría ser de mucha satisfacción para los pacientes, sin embargo, la ciencia avanza diariamente y los estudios serán realizados y expuestos con resultados que esperamos, sean los deseados.