Muchas personas suelen tener piel sensible o atópica, sufriendo daños por factores externos e incluso genéticos. Estas personas deben usar productos creados especialmente para su tipo de piel, debido a que de lo contrario pueden alterarla, teniendo como resultado una descamación, irritación, eccemas y otros dependiendo, de si su piel es sensible o si es atópica.
El CBD se ha utilizado para los numerosos tratamientos de diversas enfermedades, y ha estado entrado en el mundo de los cosméticos, por lo que se han elaborado productos que sean de utilidad para personas con problemas cutáneos, sin embargo, ¿Sirve el CBD para pieles sensible o atópicas? ¿Cómo debe usarse el CBD en estos casos? En este articulo iremos desarrollando estas y mas preguntas, utilizando bases científicas para determinar si es adecuado o no usar CBD en este tipo de pieles.
Beneficios del CBD en la piel
Cuidar tu piel es un tema de gran importancia, debido a que esta funciona como barrera entre el mundo externo y los demás órganos, por lo que se encuentra expuesta a muchos tipos de influencias de bacterias, el CBD es un excelente hidratante y protector de la piel, ya que gracias a sus propiedades, brinda la capacidad de aliviar y reducir considerablemente los síntomas de la piel sensible o atópica.
El CBD y sus capacidades cicatrizantes, aumentan la proliferación de células regenerativas, consiguiendo con esto que se reduzca la descamación de la piel, los eccemas y granitos. Esto se debe a que el CBD posee nutrientes que pueden evitar que la piel se agriete y se seque demasiado, posee Omega-3 y Omega-6 aportándole aceites esenciales a la piel, también es rico en aminoácidos, manteniéndola hidratada y promoviendo la reparación del tejido dañado.
Para reducir el picor, el CBD mantiene la piel húmeda, pero aportando resistencia al mismo tiempo que la vuelve mas gruesa, esto también es posible gracias a las propiedades antiinflamatorias del compuesto, las cuales son importantes a la hora de tratar las pieles atópicas, así como por las cantidades de vitamina E que aporta. Como analgésico, el CBD reduce considerablemente el dolor, revitalizando la piel y haciendo que la calidad de vida de la persona mejore.
El uso del CBD tiene una larga lista de ventajas, donde a parte de las ya mencionada, se incluyen la reducción de las células que promueven el envejecimiento, mejoras en el sistema nervioso, en el SEC y otras.
¿Cómo puedes usar el CBD para tratar la piel sensible o atópica?
El CBD ha sido utilizado para la fabricación de diversos tipos de productos, entre los cuales las cremas, bálsamos y geles son los mejores para el tratamiento de afecciones cutáneas de este tipo. Puedes usarlos a cualquier hora del día, sin preocuparte por la dosis, ya que, el CBD no posee efectos secundarios usado de forma externa.
Existen geles que pueden ser utilizados en la ducha, con el fin de abarcar todo el cuerpo, para cubrir sobre todo las partes mas sensibles como los pliegues internos de los codos y las rodillas, los hombros y la cara interna de los glúteos.
Las Cremas ricas en CBD se aplican como hidratante, colocándolo directamente en la zona donde hay más dolor y luego distribuyéndolo al resto de la piel para protegerla y mantenerla hidratada.
Por otro lado, también puedes utilizar el aceite rico en CBD como tópico, colocando unas gotas en la cara y el resto del cuerpo. Todos estos métodos son de uso constante, lo que implica que no veras los resultados de la noche a la mañana.
Estudios que demuestran la efectividad del CBD para la piel.
Todo medicamento debe tener bases científicas, y el CBD no es la excepción, este ha sido estudiado durante muchos años, con el fin de lograr descubrir todas sus capacidades curativas. En el mundo dermatológico, son muchos los estudios que se han realizado a partir de este compuesto, demostrando una vez mas que si bien el CBD no es una cura milagrosa, sí puede tratar con éxito muchas enfermedades, reduciendo considerablemente los síntomas que acarrean.
Un estudio de laboratorio realizado en 2009, analizó el manejo terapéutico de las pieles atópicas con CBD, determinando que este es capaz de inhibir la activación de los mastocitos al mismo tiempo que libera histamina. El CBD atenúa la inflamación asociada a esta enfermedad. Ese mismo año, se demostró también la influencia que tiene el SEC sobre la piel, determinando que un correcto equilibrio de este sistema, reduce las probabilidades de padecer afecciones cutáneas.
En 2011, un estudio probó que el SEC tiene un papel fundamental en la prevención de alergias y el eccema causado por estas. Demostrando que el CBD es capaz de reducir la inflamación, promueve el crecimiento de células y reduce la aparición de bacterias en la piel.
Otro estudio mas reciente por parte del Departamento de Química Analítica, Universidad de Medicina de Bialystok en 2019, determinó que el CBD mejora el trabajo de las enzimas antioxidantes como el superóxido dismutasa y la tiorredoxina reductasa en los queratinocitos irradiados con UV. Recomendando al final de su estudio la aplicación del CBD para enfermedades cutáneas.
En Italia, el Departamento de Cirugía General y Especialidades Quirúrgicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Módena y Reggio Emilia, realizó un estudio de laboratorio con el objetivo de examinar el efecto de la pomada de CBD al ser administrada en enfermedades crónicas de la piel y en sus cicatrices. Se observaron a 20 pacientes con 3 afecciones diferentes, 5 pacientes con dermatitis atopica, 5 pacientes con psoriasis y 10 pacientes con cicatrices resultantes de ambas enfermedades. Los pacientes debían aplicarse ungüento enriquecido con CBD dos veces al día durante 3 meses.
El CBD mejoró el aspecto de la piel, los síntomas de las enfermedades y también redujo las cicatrices. No se documentaron reacciones irritantes o alérgicas durante el período de tratamiento.
Estos estudios demuestran que el CBD es una alternativa segura para tratar diversas enfermedades de la piel, así como la sensibilidad de la misma, mejorando la calidad de vida de las personas, devolviéndoles la confianza y previniendo la reaparición de la enfermedad.